INSTITUCIONAL

Los orígenes de nuestra Cooperativa se remontan a fines de la década del ´20, cuando un grupo de caracterizados vecinos de la por entonces floreciente ciudad, decidieron emprender una lucha por la reivindicación de ciertos derechos que consideraban como propios. Entre ellos, el de generar energía y poder brindar el servicio eléctrico por propia iniciativa. Con una lucha que implicaba desigualdad de fuerzas, pero con el coraje, la razón y el desinterés que aquellos adelantados tenían, en 1929 el café Richmond fue el centro de reuniones en las que se comenzó a soñar con la posibilidad de contar con servicios generados y administrados por los mismos nuevejulienses.

En esos encuentros surgió como prioritario el zarandeado tema de las tarifas eléctricas y calidad del servicio, que en esa época dejaba mucho que desear, siendo los costos realmente inaccesibles para la mayoría de la población. A modo de ejemplo, podemos decir que el precio del Kilowat era de $ 0,45, cifra realmente grande (más aún si se tiene en cuenta que los elementos eléctricos consumían mucha energía) y se pagaba la suma de $ 0,50 en concepto de alquiler de medidor.

De todas las personas que integraban el grupo, había uno cuyo entusiasmo contagiaba a los indecisos o pesimistas: se trataba de Don Tomás Cosentino, vecino que para ese entonces ya había participado de la constitución de una empresa telefónica en 9 de Julio. Luego de un tiempo, nace la idea de reunir a los mayores consumidores de energía eléctrica en la Municipalidad, contándose con el apoyo del Intendente Florentino Valenzuela. Allí se conformó una Comisión Provisoria para estudiar y dar forma al proyecto de instalar una usina propia. En esa reunión, Don Tomás Cosentino, dijo a los vecinos que asistieron: “hago votos para que nuestra presencia aquí sea el inicio de nuevos rumbos por el futuro desarrollo de nuestro pueblo y de utilidad a la grandeza de la República. Los factores primordiales para el bienestar de un pueblo, después de lo que significa el alimento, son el agua y la luz, dos cosas que hoy (año 1930) cada comuna deberá poseerlas en su exclusiva propiedad”.

La primera Comisión Pro-Usina Eléctrica Popular se formó el 15 de agosto de 1930 y estaba integrada del siguiente modo: Presidente: Tomás Cosentino, Vice-Presidente: Ramón N. Poratti, Secretario: Manuel Viegas, Pro-Secretario: Héctor M. Laniz, Tesorero: Esteban Murillo, Pro-Tesorero: Julián Nogales, Vocales: Serafín Spinelli, José Gaig, José De Martino, Juan Domenech, Emilio López, Santiago Amerio, Tomás J. Garbiso y Eugenio Richer. Lamentablemente, muchos de estos vecinos no vieron cristalizado el sueño, porque la lucha por la usina propia se extendió durante casi 20 años, hasta que el 26 de noviembre de 1949 nació imbuida de profundos principios cooperativos la Usina Eléctrica Popular.